Hola. ¿Qué tal? ¿Cómo lleváis el finde? Yo muy bien, la verdad.

Quería deciros que por esta vez, se os traduzca automáticamente o no, vayáis a donde he escrito en español o en inglés, porque, al menos el inicio, es diferente, adaptado a cada idioma, pues el mismo título no es la traducción literal, como también podréis observar, por poco idioma diferente que sepáis (inglés si sois españoles o español, si sois ingleses, o conocéis el inglés y me leéis en inglés 😊).

Hoy empiezo por español, porque aunque sea una historia made in England y escrita desde Inglaterra, ahora me apetece más escribir primero escribir en español. Porque yo lo valgo, que dirían en aquel anuncio (si no entiendes el chiste es que eres de la generación Z, y no has leído libros de generaciones anteriores🫣😝. Espero que entiendas el resto del post, y sino, espero que, de alguna manera, te guste al menos 😊).

Igualmente, si queréis leer ambas traducidas o traduciéndolas a vuestro idioma, sed libres de ello. Intentaré no alargarme mucho para que podáis seguir disfrutando del finde, y yo, de poder ponerme con el curso que estoy a punto de terminar, y querría dejarlo listo antes del lunes😅😅. Spoiler: intento fallido (si ya lo sabía yo, no sé para que digo nada…😂).

Como casi siempre // Cuando algo se muere // Nace la nostalgia // Buscando un corazón. Así comienza la canción del grupo de música La Oreja de Van Gogh, titulada El Último Vals. Y así quería comenzar mi post de hoy, no porque se haya muerto nada, pero sí porque ya nace la nostalgia, de todas las vivencias que tuve con él.

No, no me estoy refiriendo a ningún ser humano. Tampoco a ningún ser vivo, pero que al mismo tiempo, ha vivido mucho en mi corazón al ser mi primer “objeto” caro en mi posesión. Habían pasado muchos por mis manos desde que llegué a Inglaterra en 2012. Había vuelto a España a trabajar, más que para un año, para una temporada más larga. Por lo que la idea de comprarme mi propio coche estaba ahí.

Corría mayo de 2017. En aquel momento, recién mudado a Stafford, ya tenía decidido que me volvería a España en septiembre del mismo año. Llegaba a Escocia para realizar un viaje que siempre había deseado, y que al fin, y después de cinco años bajando a España siempre para disfrutar de mis vacaciones, me decidí a pillarme una semana libre para quedarme en el Reino Unido, y realizar la vuelta a Escocia.

Había subido en avión, desde Manchester a Edimburgo. Allí, alquilaría un coche, tipo Vauxhall Astra (Opel, para los que me leéis desde España, pero aquí en Reino Unido se llaman así, al ser Vauxhall una de las principales capitales de este coche, por no decir la principal). Pero para mi sorpresa, me dieron a elegir entre un Renault Kadjar o Nissan Qashqai, dos de los que siempre me habían gustado y que siempre había querido, no solo conducir, sino tener algún día en mi posesión. Pese al dilema inicial, lo tuve claro, y Kadjar fue el elegido.

Así pues, y después de que en una semana se convirtiera en uno de los mejores coches que había conducido hasta aquella fecha, comencé a pensar en el coche me compraría una vez instalado en España. Renault era la marca elegida y tan solo necesitaba elegir entre el que había conducido en tierras escocesas y otro que también me encantaba… (lo siento, dejo aquí el hype y vosotros le dais a la imaginación 🤓).

Volví a España, y en mi primer trabajo allí también dispuse de otro coche de empresa, por lo que no me tuve que preocupar en comprarme uno. También se convirtió en otro de los mejores coches que he conducido nunca, hasta aquella fecha, y también hasta la actual. No, no voy a decir el nombre, y esta vez no es por crear o dejar de crear hype. Simplemente, porque no quiero que se convierta esto en un pasaje de modelos (de coches). Si queréis, marcas, pagadme y os hago publicidad. 🤣

Y tras un año por tierras españolas, llegó el momento de volverse a Inglaterra. Alquilé un modelo de Toyota que me gustó bastante, y entró en la puja para ser uno de los posibles en mi nuevo trabajo que, por vez primera en tierras inglesas, no dispondría de coche de empresa. Estaba entre ese y el modelo de Renault que un año atrás se disputaba la final con el Kadjar. Qué, ¿sabéis ya a que coche me refiero? Sino, no os preocupéis, ya queda menos para el veredicto final.

Pero al final, las características no me satisficieron lo suficientemente como para decantarme por ese modelo. Otro coche, también Renault, me gustaba aún más. Así que fue el elegido: Megane.

Sí. mis querid@s lector@s. Renault Megane fue el primer coche que tuve en mi posesión, y con él he viajado durante los últimos 6 años (casi, por tres semanas no ha cumplido los seis años exactos entre mis manos) por tierras británicas.

Con él he vuelto a tierras escocesas, cuatro años después de aquel viaje que hice a Escocia. Y con él he viajado a diferentes estadios de fútbol (sí, aún queda pendiente ese post que ya anuncié algunos meses atrás). Pero ya iba más a trompicones que otra cosa. Y al subir las cuestas (fíjate tú las cuestas que hay en la campiña inglesa) se le iba el alma en ello. Así que hace no mucho más de una semana, me decidí a sustituirlo definitivamente. Y, porque Dios sabía cuál era el que siempre había querido, allí estaba, esperándome, cuando ya ni se me pasaba por la cabeza pedirlo en el concesionario. Y ahí viene la respuesta del hype que os tiré unos párrafos más arriba: un Renault Captur, rojo y con el techo negro (¡¡¡igual que el que siempre había querido 7 años atrás!!!) estaba disponible para ser conducido 🤩🤩🤩.

Porque la Vida ya es Maravillosa. Pasen una buena tarde de domingo (o día completo, si os encontráis en algún territorio americano, norteño, central o sureño) y que seáis muy felices hasta mi próxima entrega en este, vuestro blog favorito.

🔝😎🪇

---

Hi, how are you? How are you doing over the weekend? I’m doing very well, to be honest.

I wanted to ask you something in this time, whether it is translated automatically or not, go to where I have written in Spanish or English, because at least the beginning is different, adapted to each language, because the same title is not the literal translation, as you can also see, no matter how little you know about a different language from your mother tongue (English if you are Spanish or Spanish, if you are English, or you know English and you read me in English 😊).

Today I started with Spanish, because although it is a story made in England and written from England, now I feel more like writing in Spanish first.

Anyway, if you want to read both automatically translated from app or translated by yourself to your language, feel free to do so. I’ll try not to take too long so you can continue enjoying the weekend, and I’ll try to keep going with the training course I’m about to finish, and I’d like to have it done before Monday😅😅. Spoiler: failed attempt (if I already knew that, I don’t know why I did saying anything…😂).

The Last Dance. That is how was named the series we (most of us) watched in Netflix at the beginning of the Pandemic. That was regarding the last match of Michael Jordan in Chicago Bulls. Just before he would retired as basketball player for second time in his career. And how he reach that point…

But no, I am not going to speak about Jordan in this post. Neither if he is better than LeBron James or whether the current Los Angeles Lakers player is the Goat within basketball history. The story I am coming to talk to you today is far distant from basketball, but as well as what Jordan represents to the people in this world, I will talk about the first expensive «object» I had in my possession, and, in some way, it kept still in my heart…

Many cars had passed through my hands since I arrived in England in 2012. I returned to Spain to work, more for a longer period than for a year. So the idea of buying my own car was there.

We move back to May 2017. At that time, having just moved to Stafford, I had already decided that I would return to Spain in September of the same year. I was coming to Scotland to make a trip that I had always loved, and finally, after five years of going down to Spain to enjoy my holidays, I decided to take a week off to stay in the UK and make the trip around Scotland.

I had flown from Manchester to Edinburgh. There, I would rent a car, Vauxhall Astra type (Opel, for those of you who read me from away my current country of residence, but here in the UK they are called that, as Vauxhall is one of the main capitals of this car, if not the main one). But to my surprise, I was given the choice between a Renault Kadjar or Nissan Qashqai, two of the cars I had always liked and had always wanted, not only to drive, but to own one day. Despite the initial dilemma, the choice was clear, and Kadjar was the one.

So, after a week of it becoming one of the best cars I had driven to date, I started to think about the car I would buy once I was settled in Spain. Renault was the chosen brand and I just needed to choose between the one I had driven in Scotland and another one I also loved… (sorry, I’ll leave the hype here and you give it to your imagination 🤓).

I went back to Spain, and in my first job there I also had another company car, so I didn’t have to worry about buying one. It also became one of the best cars I have ever driven, up to that date, and also up to the present one. No, I’m not going to say the name, and this time it’s not to create or fail to create hype. Simply, because I don’t want this to turn into a passel of (car) models. If you want, brands, pay me for it and I’ll advertise for you. 🤣

And after a year in Spain, it was time to go back to England. I rented a Toyota model that I liked a lot, and it entered the bidding to be one of the possible ones in my new job, which, for the first time in England, I would not have a company car. It was between that and the Renault model that a year back was in contention for the final with the Kadjar. So, do you know which car I’m talking about? If not, don’t worry, the final verdict is not far away.

But in the end, the features didn’t satisfy me enough to go for that model. Another car, also a Renault, appealed to me even more. So that was the one: Megane.

Yes, my dear readers. Renault Megane was the first car I had in my possession, and with it I have travelled for the last 6 years (almost, for three weeks it hasn’t been exactly six years in my hands) on British soil.

With him I have returned to Scotland, four years after that trip I made around Scotland. And with it I have travelled to different football stadiums (yes, that post I announced some months ago is still pending). But I was already going more in fits and starts than anything else. And when going up the hills (just look at the hills in the English countryside), he was going to be a real pain in the ass. So not much more than a week ago, I decided to replace it for good. And, because God knew which one I’d always wanted, there it was, waiting for me, when I hadn’t even thought of asking for it at the dealership. And here comes the answer to the hype I gave you a few paragraphs above: a Renault Captur, red and with a black roof (just like the one I had always wanted 7 years ago!!!) was available to be driven 🤩🤩🤩.

Because Life is already Wonderful. Have a nice Sunday afternoon (or full day, if you are just off-bed in any American territory, North, Central or South) and be very happy until my next post in this, your favourite blog.

🔝😎🪇