20 años. Sí. 20 años y un día, mejor dicho. Y lo mejor de todo, aquel año también tenía 366 días, por consiguiente, hoy hace 20 años también era 29 de febrero. Feliz 13 Cumpleaños, Presi!!! Broma absurda que gastará más de uno hoy, al Perro Sanxe.
Veinte añitos de aquella primera vez que subí a un escenario con mi banda, la banda de María Santísima de la Esperanza de Córdoba. Una banda que apenas tenía 2 años y algunos meses desde su fundación… Pues ahí estaba yo, ya. Después de que el año anterior sirviera de agua’or en Semana Santa, y luego ya el agua cayera sola de aquellos cielos cordobeses. <<Por qué no aprendes a tocar un instrumento, y el año que viene tú sales aquí dentro también?>>. Por qué no.
Pues primero con trompeta, y luego con trombón de pistones. Y allí estaba yo. 28 de febrero de 2004. Un niño de la ESO. De cuarto curso, para ser más exactos. Ya con la rama de Ciencias escogida pero aún no la carrera… Aunque ya me gustaba escribir. Y mucho! Por aquel entonces ya tomaba forma la saga de Stars Galaxy que solo salió publicada para mi familia y para mí, pero que aún la sigo conservando, aquí cerquita de donde escribo estas palabras, rememorando lo que ocurrió hace 20 años. Pero esa saga da para otra historia y, por consiguiente, otro post.
Era el Día de Andalucía. Y mi banda tocaba en Monturque, un pueblo del sur de la provincia de Córdoba y denominado el centro de Andalucía, al menos por Wikipedia. Que se lo digan a Antequera!! 😂. Porque yo, al mismo tiempo que muchos antequeranos, y muchos más de la provincia de Córdoba, Málaga, Sevilla y olé, es la primera vez que escucho eso!
Aún conservo el pin en mi bolso de paseo vacacional (sí, vacacional, porque en Inglaterra cógelo cualquier día y que se te ponga chorreando, el bolso, y todo lo de dentro, pin de Monturque, y otros más!, incluido).
Y aún me acuerdo del mollete de aceite y azúcar. Sí, amigos del resto de Andalucía, España y la Humanidad: aceite y azúcar. Desayuno molinero lo llamaban en mi colegio López Diéguez, donde lo comíamos cada festividad de nuestra Comunidad Autónoma. Y muy rico que estaba!!!
Pues ese mismo día subí por primera vez al escenario, pero no a tocar mi trombón de pistones, no. Sino a hacer playback. Un cigarro me pusieron dentro de la boquilla, por si se me escapaba algún soplido. Como si yo no fuera a hacer caso! O le fuera a poner tanto empeño en el disimulo que se me fuera a escapar alguna nota de aire (porque de música, poco, o eso creían algunos…).
77 segundos duró el cigarro en la boquilla. Quizás habrá sido lo más cerca que ha estado un cigarro de mi boca en toda mi vida. Pero sin catarlo mi garganta ni rozarlo mis labios, lo quité enseguida. 77 segundos. De reloj. Ni uno más. Ni uno menos. Y a hacer playback se ha dicho, niño!
Y al final soplé. Y al final sonó. Como si un músico de rescate me tratara, escuchando lo que estaba escuchando a mi lado, donde las trompas sonaban (tal cual elefante, porque a instrumento musical sonaba poco), ahí fui yo a arreglar lo que se pudiese. Y a ayudar a que esta banda comenzara a crecer como la espuma, y a convertirse en lo que muy pronto fue, y sigue siendo en la actualidad, más de dos décadas de vida después.
Digo yo que ya habrá prescrito. Y sino, pues no creo que fuera la razón por la que un día dejamos de ir por aquellos lares en este día tan emblemático para nuestra tierra. En este día en que cumple años la persona que más quiero en esta tierra. Porque los sigue cumpliendo. Allá donde se encuentre. Acá donde se encuentra. Manolo. 32 añazos ya.
Felicidades, Manolo!!! Y Feliz Día de Andalucía, andasulíes (quien sepa de lo que hablo, me entenderá)!!!


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