Había cerrado expediente académico el 20 de diciembre de 2011, había mandado emails con mi Currículum por todo el territorio nacional (español), estaba en Acriflor (Asociación de Criadores de la Cabra Florida) como Alumno Honorario en Prácticas, había realizado un par de entrevistas en las que había quedado segundo en el proceso de selección, pero a 27 de mayo de 2012, aún no podía decir que tenía trabajo. Una semana antes, había estado almorzando con mi amiga y compañera de carrera y Pastoral Universitaria, Blanca, que había venido de vacaciones por España tras un año trabajando en el Reino Unido. No pierdas el tiempo en España, envía el CV a Eville & Jones. Así que preparé la traducción y eso hice, un 28 de mayo de 2012.
Como mencioné anteriormente, estaba de prácticas en Acriflor, y durante la mañana del 29 de mayo, ni veinticuatro horas más tarde de enviar el CV a Inglaterra, me sonó el teléfono en aquella granja de la sierra de Córdoba. No puede ser. Un número largo aparecía en mi móvil y al otro lado de la llamada me convocaban para una entrevista de trabajo. Tiene que ser mañana, no podemos esperar más tiempo pues estamos en pleno proceso de selección. Una chica en perfecto castellano me citaba para una entrevista vía Skype, para la mañana siguiente.
Así que aquel 30 de mayo, no acudí a la oficina, sino que me quedé en casa preparando la entrevista en inglés. Estaba super convencido de que esta era la mía. Tanto, que vestía una camiseta de la selección española de fútbol, pues por la tarde jugaba La Roja. ¿Y para qué me la iba a cambiar?
Pues parece que eso le llegó al corazón a uno de los Managing Directors de Eville & Jones por aquel entonces. Y sí, la camiseta fue una de las claves para la contratación, según me enteraría más adelante. No puede ser que esté haciendo la entrevista con una camiseta de España -decían al otro lado de la pantalla, en aquella oficina de Leeds, donde se encontraban los Head Quarters de la que se convertiría en mi empresa durante los cuatro años siguientes. Muy bien, Javier. Muchas gracias por su entrevista. En un par de días le diremos el resultado de la misma.
Así que marché a Antequera con Acriflor, a una Conferencia de la Raza Caprina, durante los dos días siguientes. Yo estaba muy tranquilo, y al mismo tiempo, deseoso de que llegara ese 1 de Junio para conocer la resolución de la entrevista que había realizado el día anterior.
Pasó el día y medio y volví a casa encendiendo inmediatamente el ordenador. Y allí estaba el email: Congratulations, Javier. We are pleased to communicate that you have been selected for the Training Course that will be celebrate in Leeds during 11-15 June to became Veterinary Meat Hygiene Inspector.
La alegría de ese día no podía ser más grande. Inmediatamente salí de mi cuarto para decírselo a mis padres, que celebraban de alegría que al final tenía un trabajo.
Hoy, 12 años después de ese acontecimiento, aún lo recuerdo a la perfección.


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