¿La espiritualidad ocupa un lugar importante en tu vida?

Does spirituality have an important place in your life?

¡Muy buenas tardes a tod@s!

¿Qué tal estáis? ¿Cómo habéis empezado la semana? Yo muy bien, la verdad, y hoy vengo a contaros una historia que hace unos días recordé con mi novia, y que claramente responde a la pregunta de hoy de WordPress.

Para ello, me voy a valer de un artículo que subí hace unos años a Feisbuk, cuando aún lo tenía a mi nombre, o en representación mía, mejor dicho, ya que en realidad “me llamaba” Cordobesista Javi, hasta septiembre de 2023, cuando decidí cerrar definitivamente la cuenta y, sucesivamente, abrir este blog.

<<¡¡¡HOY ES MI CUMPLEAÑOS!!!

19 de enero de 2012

Me dirigía hacia Rabanales (mi Campus Universitario, en Córdoba, España)… Acababa de terminar de rezar el Rosario, y puse un CD de música cristiana. Creo que estaba sonando María Llena de Gracia, del grupo La Voz del Desierto, cuando ocurrió…

Estaba en el carril derecho de la autovía, a punto de desviarme hacia la carretera de Alcolea, cuando delante de mí, un coche se apartó hacia el carril izquierdo, dejándome ver una larga fila de coches, detenidos, que iban a salirse de la autovía por el mismo lugar que yo.

No iba demasiado rápido pero, para evitar un brusco frenazo, con la consiguiente detención del que venía detrás de mí, miré por los espejos retrovisores, y no venía nadie, apenas se veía un camión a lo lejos…

Por lo que decidí a salirme hacia el carril izquierdo…

Y ya en mi nuevo carril… Uno, dos, tres, cuatro… ¡¡¡¡PAAAFFFF!!!!

En ese momento, cesó la música, y Alguien desde el Cielo cerró mis ojos y mi conciencia…

No recuerdo nada más. Segundos después, con los ojos aún cerrados, podía escuchar una voz de una chica llorando no muy lejos de mí. Abrí mis ojos, y la radio se encontraba fuera de su sitio. Mi asiento estaba echado hacia atrás. Mi mochila, que la tenía en el asiento de atrás, estaba en el sillón del copiloto. El airbag había salido del volante y de la guantera. Y humo, mucho humo, estaba comenzando a salir delante de mí.

Comprobé que podía respirar, que todos mis huesos estaban en su sitio y, con apenas un pequeño dolor en mi pierna izquierda, no lo pensé dos veces. Salí enseguida del coche.

Nada más salir, vi el símbolo de Volkswagen de la parte delantera de mi coche tirado en el suelo. Oh-oh… Esto pinta muy, pero que muy mal… Mi coche estaba empotrado en otro, uno de la larga fila de coches que había visto desde atrás, antes de salirme al lado izquierdo. Un camión estaba en el lado izquierdo de la carretera. Y su conductor me recriminaba constantemente: ¡¿¡¿Por qué te has salido de tu carril?!?!

No me podía creer lo que me estaba diciendo. ¡¡¡Pero si yo había mirado por los espejos, y no venía nadie!!!

Seguramente, el camionero pensó al mismo tiempo que yo, saliéndose hacia el lado izquierdo y, como era de mayor tamaño y encima estaba lloviendo, dio un frenazo cuando me vio y se deslizó velozmente por la calzada, chocando contra mi coche, enviándome hacia la larga fila de coches que estaba en el carril derecho…

No lo sé. Lo cierto es que puedo contarlo. Que el Rosario, la canción que estaba sonando antes del golpe, la Virgen y el Señor me abrazaron fuertemente para que no me pasara nada. Apenas un pequeño golpe en la pierna. Una cicatriz en la frente, tipo Harry Potter (o Javi Potter, en mi caso), fruto de la quemadura del airbag, pues no me duró ni dos semanas, y no tengo ninguna seña de ello. Tan sólo en mi corazón. En mi mente. En mi recuerdo.

Por eso digo, que hoy es mi cumpleaños. Ese 19 de enero de 2010 se convirtió en el día en el que volví a nacer, y hoy cumplo dos añitos ya, desde mi nuevo nacimiento.

Una cosa quiero señalar desde aquí. Cuánto vale la Vida, como diría mi gran amigo Jesús Cabello. Cuánto vale, esa es la cuestión. Para mí, después de este fatídico suceso, del que Dios quiso que saliera ileso para poder contarlo, la Vida es un bien precioso que Dios nos ha regalado, y que no podemos destrozar de cualquier manera.

El coche es un bien muy valioso que te puede ayudar en la mayoría de las ocasiones, pero que también te puede destrozar por completo. Por lo que, amigo/a lector/a, tú que estás leyendo estas líneas, aprende a usarlo. Así como todas las cosas que nos otorga esta Vida cada día.

Vive la vida. Pero aprende a vivirla.

Un abrazo. Y cuídate. Que en esta tierra hay muchos que te quieren. ÉL y ELLA, sobre todo y sobre todas las cosas.>>

Hoy hace más de tres lustros de aquel momento del accidente, y algo más de trece años desde que escribí este recuerdo en mi extinta página de Feisbuk.

Para terminar, quería compartir la canción de La Voz del Desierto que escuchaba en el momento del choque aquella mañana lluviosa de enero de 2010…

¡¡¡FELIZ TARDE DE MARTES DE MÚSICA LLENO DE ESPIRITUALIDAD!!!

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Good evening, everyone!

How are you? How have you started the week? I’m very well, to be honest, and today I’m here to tell you a story that I remembered a few days ago with my girlfriend, and that clearly answers today’s WordPress question.

To do this, I’m going to use an article that I uploaded a few years ago to Feisbuk, when I still had an account in my name, or rather on my behalf, since I was actually ‘called’ Cordobesista Javi, until September 2023, when I decided to close the account for good and then opening this blog.

<<TODAY’S MY BIRTHDAY!!!

19 January 2012.

I was on my way to Rabanales (my University Campus, in Cordoba, Spain)… I had just finished praying the Rosary, and I was listening a Roman Catholic music CD. I think it was playing María Llena de Gracia, by the group La Voz del Desierto, when it happened….

I was in the right hand side lane of the motorway, about to turn off towards Alcolea road, when, in front of me, a car pulled out into the left hand side lane, leaving me to see a long line of cars, stopped, about to leave the motorway in the same place as me.

I wasn’t going too fast but, to avoid a sudden braking, with the consequent stop of the car behind me, I looked in the rearview mirrors, and there was no one coming, I could barely see a lorry in the distance…

So I decided to move out to the left hand side lane…

And in my new lane… One, two, three, four… ¡¡¡¡PAAAFFFFFF!!!!

At that moment, the music stopped, and Someone from Heaven closed my eyes and my conscience…

I don’t remember anything else. Seconds later, with my eyes still closed, I could hear a girl’s voice crying not far from me. I opened my eyes, and the radio was out its place. My seat was pushed back. My backpack, which I had on the back seat, was on the front passenger seat. The airbag had come out of the steering wheel and the glove compartment. And smoke, lots of smoke, was starting to come out in front of me.

I checked that I could breathe, that all my bones were in place and, with only a slight pain in my left leg, I didn’t think twice. I jumped out of the car.

As soon as I got out, I saw the Volkswagen badge from the front of my car lying on the ground. Uh-oh… This looks really, really bad… My car was stuck in another car, one of the long line of cars I had seen from behind, before I pulled off the left side. A truck was on the left side of the road. And its driver was constantly berating me: Why did you move out of your lane?!

I couldn’t believe what he was saying, as I had checked my mirrors and no one was coming!

The lorry driver probably thought at the same time as I did, pulling off to the left hand side lane and, as the truck was bigger and it was raining, he braked when he spotted me and sped off down the road, crashing into my car, sending me into the long line of cars in the right hand side lane….

I don’t know. What is certain is that I can tell. That the Rosary, the song that was playing before the crash, the Virgin and the Lord held me tightly so that nothing would happen to me. Just a small bump on my leg. A scar on my forehead, like Harry Potter (or Javi Potter, in my case), the result of the airbag burn, because it didn’t even last two weeks, and I have no sign of it. Only in my heart. In my mind. In my memory.

That’s why I say, today is my birthday. That 19th of January 2010 became the day I was born again, and today I am two years old already, since my new birth.

One thing I want to point out from here. Cuánto vale la Vida (How much is Life worth), as my great friend Jesús Cabello would say. How much is it worth, that is the question. For me, after this fateful event, from which God wanted me to come out unscathed to be able to tell the tale, Life is a precious good that God has given us, and that we cannot destroy in any way.

The car is a very valuable asset that can help you on most occasions, but it can also destroy you completely. So, my dear friend, you who are reading these lines, learn to use it. As well as all the things that this Life gives us every day.

Live life. But learn to live it.

A hug. And take care of yourself. That on this earth there are many who love you. HIM and HER, above all and above all.>>

Today it is more than a decade and a half since that moment of the accident, and a little more than thirteen years since I wrote this memory on my now defunct Feisbuk page.

In closing, I wanted to share the song from La Voz del Desierto that I was listening to at the moment of the crash that rainy morning in January 2010…

HAPPY MUSIC TUESDAY EVENING FULL OF SPIRITUALITY!!!

🔝🎶🦁✝️🪇